El Cabildo presentó hace algunos días la Ruta del Vino de Gran Canaria, un proyecto a corto, medio y largo plazo que nace con un sinfín de posibilidades, itinerarios, catas y degustaciones, y el objetivo de aprovechar la riqueza rural de la isla.
Hablamos con María del Pino Rodriguez, docente de Geografía en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y una de las responsables del proyecto.
“La intención es aunar esfuerzos con productores, restauradores y hoteleros para combinar ocio, turismo y gastronomía con paisaje, cultura y patrimonio”.
Como complemento, se editó la Guía del Vino de Gran Canaria, donde se muestra los mejores productos de 33 bodegas y la Casa del Vino de Santa Brígida.
El objetivo es dar a conocer la gran riqueza de los paisajes conformados con los viñedos, vivir de cerca el proceso de elaboración de los tintos y blancos que se producen en la isla y poder disfrutar con su variedad y calidad.
Se están diseñando rutas a medida para visitar lugares como Monte Lentiscal, Bandama, Camaretas, La Culata de Tejeda, Valle de Agaete, Cuenca de las Tirajanas, Barranco de Guayadeque, Los Hoyos y el Palmital de Telde.
María del Pino nos recuerda la gran acogida de nuestros vinos en Inglaterra y en buena parte de Europa. Son los primeros pasos para recuperar el nombre y prestigio de los vinos de Gran Canaria.